A veces eliges y compras la lana pensando en un patrón concreto y otras veces tienes una lana ya comprada (porque muchas veces las compramos sin saber para qué van a ser porque nos entran por los ojos, no nos engañemos…) y de pronto te encuentras el patrón perfecto. Eso me pasó con esta madeja de Merino singles de La bien aimée, a la que de inmediato le encontré destino al ver el chal Nurmilintu, el escaparate perfecto para los cambios de color de este hilo tan suave.