Cuando se habla de ganchillo, mucha gente piensa en cosas como estas: los tapetes de toda la vida, hechos con un gancho diminuto e hilo finísimo. Aunque me gustan tal cual, hay que reconocer que no es algo de lo que pueda llenarse una casa sin que resulte demasiado abigarrada y encima añadiendo más cosas que limpiar… Pero también se les puede dar otros usos, como puestos a modo de mandala con un bastidor de bordado y colgados en la pared, y aumentar su valor decorativo usando hilos de variados colores. Estos modelos son todos de Grace Fearon, el de tonos rosados hecho con hilo Alize Miss Batik y los otros con perlé del nº 5 de Hilaturas Torrijo, los que se venden en todos los bazares y que a mí me parecen de gran calidad.